En la lengua
española tenemos varias palabras que definen a los ladrones del mar.
La más usada para designarlos a todos es "pirata", sin
embargo veremos que existen sutiles matices históricos y
etimológicos que permiten clasificarlos adecuadamente. En cualquier
caso, huelga decir que los propios piratas no tuvieron una idea clara
de las diferencias entre piratas, corsarios, bucaneros y
filibusteros, siendo todos ellos esencialmente bandidos. Los piratas
existen desde que el hombre fue capaz de construir barcos, hay
numerosos textos históricos de la Edad Antigua que así lo
atestiguan. La esperanza de vida de los piratas rara vez superaba los
30 años debido a su condición de proscrito y al riesgo que
conllevaba la violencia de su "oficio".
Pirata: Raíz
per-3 (intentar, arriesgar). Del latín pirata "que
ataca". El vocablo designa históricamente (en francés,
español, italiano, alemán e inglés) al salteador que roba en el
mar. El pirata actuaba
por su cuenta, sin un respaldo estatal, siendo su objetivo cualquier
botín, sin distinción de banderas. El pirata no lucha, pues, por
una patria ni por una religión sino con el único objeto de obtener
beneficios económicos.
Vikingos: La palabra viene del antiguo normánico vikingr (saqueador, pirata), que significa propiamente "aquel que vino de los fiordos", de vik (arroyo, ensenada, pequeña bahía). Curiosamente, el español "pirata" (corsario que ataca) tiene como raíz indoeuropea per-3 (intentar, arriesgar), y en su forma per-2 toma el significado de "fiordo" (del escandinavo antiguo fjordhr: estuario).
Parece lógico pensar que "vikingo" era palabra nórdica para pirata. Lejos de meter en el mismo saco a todos los nórdicos (como hay se cree), los vikingos eran una parte de la sociedad que vivían del saqueo, sin duda debido a la pobre agricultura existente en estos frios países. La temible epidemia vikinga que asoló el occidente europeo transcurrió entre los siglos VIII-XI.
Parece lógico pensar que "vikingo" era palabra nórdica para pirata. Lejos de meter en el mismo saco a todos los nórdicos (como hay se cree), los vikingos eran una parte de la sociedad que vivían del saqueo, sin duda debido a la pobre agricultura existente en estos frios países. La temible epidemia vikinga que asoló el occidente europeo transcurrió entre los siglos VIII-XI.
Corsarios y
húsares: Raíz kers- (correr). Del italiano antiguo corsaro
procedente del latín medio cursarius. El corso es la campaña
que hacían por el mar los buques mercantes con patente de su
gobierno para perseguir a los piratas o a las embarcaciones enemigas.
El corsario, pues, era un pirata que contaba con patente de corso y
que, por tanto, estaba amparado y a veces financiado por un rey o un
estado. El corso se convertía así en una forma legal de hacer la
guerra. Mientras que en el s.XVI dominaron los corsarios, después de
la paz de Westfalia muchos corsarios quedaron sin patentes y se
reconvirtieron en piratas (por ejemplo Barbanegra). Abajo Sir Francis Drake, seguramente el corsario más infame de la historia.
Del húngaro huszár
y el servio croata husar procede el término "húsar"
que viene igualmente del italiano corsaro y a su vez del latín
medio cursarius. El húsar era un soldado de caballería
ligera vestido a la húngara, la palabra llega al español a través
del alemán y el francés a mediados del s.XVIII. Al igual que su
homónimos del mar los húsares tenían dudosa reputación, se les
acusaba de saqueadores y por ello no eran bien recibidos por los
civiles. Se empleaban para misiones de reconocimiento, moviéndose
libremente por el país desconocido, investigando al enemigo y
ocupándose de escaramuzas a pequeña escala donde era necesario. Al igual que los piratas muy pocos llegaban a la vejez, de hecho el general francés de caballería Antoine Lasalle dijo sobre ellos: Cualquier húsar que no haya muerto antes de los 30 es un canalla.
La infame arrogancia de los húsares les resultaba insufrible a sus compañeros de caballería pesada, quienes por lo general les consideraban inferiores. Los duelos entre ambos eran comunes. Eran excelentes jinetes mercenarios (habitualmente procedentes del centro de Europa) y quizá de ahí venga su relación etimológica con "correr", asimismo los mercenarios tenían históricamente fama de ladrones. En definitiva el húsar era el corsario terrestre.
La infame arrogancia de los húsares les resultaba insufrible a sus compañeros de caballería pesada, quienes por lo general les consideraban inferiores. Los duelos entre ambos eran comunes. Eran excelentes jinetes mercenarios (habitualmente procedentes del centro de Europa) y quizá de ahí venga su relación etimológica con "correr", asimismo los mercenarios tenían históricamente fama de ladrones. En definitiva el húsar era el corsario terrestre.
Bucanero: El
bucanero no aparece hasta el segundo cuarto del s.XVII, y se
denominaba así a los antiguos piratas que se establecieron de forma
permanente en territorios despoblados, fundamentalmente del Mar
Caribe. Se trató de un tipo de rebelde exclusivamente americano,
casi caribeño, que inicialmente se ganó la vida pasando a cuchillo
al ganado cimarrón y ofreciendo la carne ahumada a los corsarios. La
propia palabra bucanero, proviene de boucan, que en lengua
indígena aludía a una forma de ahumar y asar la carne.
Posteriormente muchos bucaneros se reconvirtieron en piratas, robando
a cualquiera del que pudiesen obtener un buen botín,
independientemente de la nacionalidad de la víctima.
Filibustero:
Del francés filibustier, y éste probablemente del neerlandés
vrijbuitter, compuesto de vrij "libre" y
buitten "saquear, hacer botín, trocar". Eran
antiguos bucaneros reconvertidos en piratas. Se trata de una
tipología de pirata también exclusiva del Caribe y que se dedicaban
muy especialmente a la captura de barcos. Venían a ser algo así
como piratas especializados.
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